Sede de la CPA y principales salas de audiencias: el Palacio de la Paz
Construido entre 1907 y 1913 como sede de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA), el Palacio de la Paz se ha convertido en uno de los edificios más emblemáticos de La Haya.
Historia
Construido entre 1907 y 1913 como sede de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA), el Palacio de la Paz se ha convertido en uno de los edificios más emblemáticos de La Haya.
Su arquitectura única y sus ricos interiores reflejan la misión del Tribunal de facilitar la resolución pacífica de disputas internacionales, así como la generosidad y el diverso patrimonio cultural de los Estados Fundadores de la CPA, quienes donaron materiales y obras de arte provenientes de todo el mundo para construir el Palacio de la Paz de la CPA.
Obras de arte y regalos
Los interiores del Palacio de la Paz forman un mosaico de tesoros artísticos que reflejan el variado patrimonio cultural de las Naciones fundadoras de la CPA. Cada pieza cuenta una historia, comenzando con los exquisitos tapices de seda japoneses que adornan las paredes de la Sala del Consejo Administrativo de la CPA — delicados hilos tejidos por cuarenta y ocho mil hábiles artesanos durante cinco años. Desde Turquía, una alfombra Hereke cubre el suelo, con intrincados patrones que reflejan la rica tradición textil del país. Dinamarca regaló una fuente de porcelana, China ofreció preciosos jarrones de la dinastía Qing, y las vidrieras fueron obsequios de varias naciones, cada una de las cuales representa temas de justicia y paz.
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En la Segunda Conferencia de Paz celebrada en 1907, el delegado francés Barón d’Estournelles de Constant propuso que todos los Estados participantes aportaran recursos para la construcción del Palacio de la Paz.
El granito, la arenisca y el ladrillo rojo que conforman el edificio, incorporan elementos de diferentes tradiciones arquitectónicas, lo que simboliza la variedad de culturas de los países que dieron forma a la CPA. Naciones de todo el mundo aportaron materiales y obras de arte, enriqueciendo el Palacio con su patrimonio único.
Bustos
Los salones del Palacio de la Paz están adornados con diversas obras de arte que reflejan su función como sede de la Corte Permanente de Arbitraje, entre las que se encuentran bustos de personalidades que contribuyeron a la creación de la CPA y al fomento de los ideales de paz y justicia encarnados por la Corte.
Tobias Asser, Louis Renault y Rui Barbosa de Oliveira desempeñaron un papel fundamental en la formación de los cimientos de la Corte Permanente de Arbitraje y en el avance de la paz internacional. Sus esfuerzos como pioneros del arbitraje, defensores de los derechos humanos y promotores de la diplomacia pacífica siguen resonando en la misión de la CPA y su papel perdurable en la resolución de controversias internacionales.
Sillas de las Partes Contratantes de la CPA
Uno de los aspectos más emblemáticos de la sala del Consejo de Administración de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) es el conjunto de sillas diseñadas especialmente para los representantes de las partes contratantes de la CPA.
Esta representación simbólica de las partes contratantes de la CPA en la Sala del Consejo de Administración subraya el papel de la Corte como foro mundial para el arbitraje y la solución de controversias entre naciones, garantizando que cada parte contratante tenga un asiento en la mesa, tanto literal como figurativamente.